extraer de roca hoja rutilante,
que encontreme límite, cavilante.
Que cejé y retrocedí, pesaroso.
"Dará por libre roca a su cautiva,
ante mano viril de Lanzarote."
Leí rocosa sentencia cual azote,
resigné que otro mis dones reciba.
Insomne me hallo, ante sombra no nata
de héroe ignoto que mi gloria opaca.
¿Por qué porfiar sabiéndome segundo?
Ser lumen único es cosa insensata,
más verme en constelación es estaca
para quien fuera ayer sol de este mundo.
Notas del escritor:
ResponderEliminarPara este poema hice una prueba de amoldarme a un formato preexistente, el soneto, que no cumplí del todo, pero además no encontré muy productivo para los temas que intento tratar. Especialmente porque el soneto tiene que ser muy corto, y no se presta para desarrollar una situación o narrar. A futuro, seguiré explorando otros formatos estróficos, pero no voy a volver al soneto.