martes, 15 de agosto de 2023

Levanta tu visor y aplaca ese destrero

Levanta tu visor y aplaca ese destrero

cien veces nos batimos, marchitando el otrora

espléndido jardín de nuestro rey primero.


Ya nadie vitorea, las damas se han marchado,

con ellas los juglares, arlequines y bardos.

Sólo los crueles cuervos, atentos sobrevuelan.


Y aún los cuervos intuyen, que tras soles y lunas

poca carne obtendrán de estos huesos famélicos

ni habrá leyenda eterna sin testigo oportuno.


Poco a poco avizoro, mientras lanzas quebramos,

y de escudos jirones, de armaduras harapos,

y de plateados yelmos, quedan sino andrajos.


Adivino, decía, que tal vez sólo a Cronos

de su sereno trono sin pompa arrancaremos,

pues de justa en justa, en duelo eterno y sordo...


El tiempo de extinguirse habrá, hastiado, inerme,

y en derredor mirando, fatigados y exánimes,

grises campos de hueso, sin flores, todo cieno...


¿Descenderemos ya, olvidando rencores,

tomándonos las manos? ¿O en un último beso,

estertóreo y pálido, te entregaré mi aliento?




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Minions