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domingo, 24 de julio de 2022

Llegaron del Oeste X: Crónica, parte 2

Retomamos la serie con la segunda parte de la crónica de la campaña (vamos a cubrir hasta la 8va sesión, la votación de rasgos), en medio de nuestros festejos ya que Llegaron del Oeste igualó en publicaciones a las fechas de Coldplay anunciadas en Argentina 🥳🎉.

Cerramos la sesión pasada con la llegada de los héroes a Burivostok, con el propósito de investigar las causas de la persecución de lobos, la misteriosa Sombra al Acecho que se acerca desde el oeste, el pasado de Vlad, y quemar su antigua carnicería.

Las primeras exposiciones de Leanathar y Espino al mundo al oeste del Río Largo no fueron venturosas: pronto Leanathar comprendió que fuera de las tierras protegidas por los espíritus, la Luna tenía mayor poder, la naturaleza misma estaba a veces en su contra, y los ruines humanos intentaban cazar, al elfo, por una recompensa, y a Espino, por su valiosa piel.

Encontraron un extraño claro en el bosque, talado por manos humanas y poblado por tótems adornados por huesos de lobo. Tras una breve investigación, encontraron información sobre un culto nuevo que se apoderó de Burivostok, según el cual, algunos animales, especialmente los grandes lobos, son cazados, y a sus pieles (tratadas por un encantador) se adjudican poderes, jerarquía social y la capacidad de resistir a la influencia nociva de la luna. En la nueva Burivostok, los nobles son aquellos capaces de matar con sus propias manos a un depredador y de tratar su piel, o bien de pagar a alguien por hacer todo aquello. Varja y Ljusha son los principales representantes de este culto.

¿Y el viejo culto? Dimitry, Dima, vive oculto en la vieja iglesia, avergonzado y también odiado por los demás habitantes de Burivostok. El viejo culto creía en el respeto por los ancestros, la piedad, y la memoria del Oeste, del que fueron expulsados los que hoy habitan en un bosque tan hostil como poco comprendido.

¿Por qué perdió el viejo culto su asidero en Burivostok? Dima contó la historia a los héroes: 5 años atrás, apareció Vlad en Burivostok, y maravilló a todos con sus historias sobre el Oeste, habiéndose perdido ya de adulto y conservando varias memorias de su tierra natal. El fervor por el viejo culto se encendió, y Dima mismo cayó en el fanatismo. Impulsado por Vlad, iniciaron una funesta caza de brujas con el objetivo de purgar de impurezas a Burivostok y ser así aceptados de vuelta en el Oeste. En esta carnicería, Vlad ofició de verdugo, y rápidamente el entusiasmo de los Vostokianos se transformó en confusión, y luego en muda ira. Todo terminó tan abruptamente como empezó, con la desaparición de Vlad una noche de luna llena, y la llegada de Varja y Ljusha al pueblo. Sin Vlad, Dima cayó en el ostracismo y el encierro, y esto se reflejaba en el estado en que encontraron su iglesia.


La revelación cayó como un baldazo de agua fría sobre Leanathar, especialmente. Al elfo le costó aceptar que el extraño Vlad de ahora tuviera un pasado de verdugo y se hubiera llevado consigo tantas almas, casi un tercio de Burivostok. Amargar discusiones tuvieron lugar, especialmente contra Dima, quien guardaba recuerdo y culpas por todo lo acontecido.  Entre estas discusiones, el grupo desenterró una rodela de la casa/carnicería de Vlad, y en ella el motivo de su familia, un lobo erguido en la frontera entre el bosque y la ciudad. Un origen noble de Vlad que había estado oculto hasta ahora, y que sólo planteaba más preguntas. 

Vlad, antiguo verdugo de Burivostok


La historia de Dima fue interrumpida por la llegada de un extranjero a Burivostok. El conde Rilike, un caballero al servicio del Sendero Doloroso, llega, o vuelve, al pueblo, para solicitar la ayuda de los Vostokianos contra la Sombra al Acecho. Según narra, Tersinki, al oeste, cayó hace poco contra las huestes de orcos, trolls y lobos, y las mismas se acercan gradualmente a Anrikjenna, la próxima comunidad fortificada en su camino. Las palabras de Rilike no son suplicantes, sino duras, casi una exigencia amarga contra Burivostok, una comunidad a la que solía pertenecer, pero que abandonó cuando se apartaron del Sendero Doloroso hacia el paganismo.



Varja se niega a prestar ayuda a Anrikjenna, a la que culpa por la cruenta caza de brujas de hace 5 años. Vlad y Leanathar intervienen intentando lograr un compromiso en favor de una alianza con Anrikjenna, pero fracasan: Varja descarta siquiera la posibilidad de que tales orcos y trolls existan, y no volverá a discutir el tema hasta que no haya más evidencia.

Los héroes conversan brevemente con el caballero Rilike antes de que parta de vuelta a su hogar, y al consultarle por Syragon, les es referido el dato de Regir, un bibliotecario de Anrikjenna con gran afán por el estudio del Oeste, la relojería y los elfos, quien sin duda sabrá más de este elfo que le mencionaron. También Dima les comentó de este bibliotecario.

Pero antes de partir hacia Anrikjenna, los héroes se proponen rescatar a unos lobos conservados en cautiverio por un grupo de cazadores al servicio de Varja. Para hacerlo, se retiran a las afueras de Burivostok, con el fin de hacer planes y obtener información para el rescate de los lobos enjaulados.

En las orillas del río del Olvido, el Zabyr, los Moshi, unos espíritus burlones del bosque, se le aparecen a Vlad y lo instan a seguirlos por el cauce del río, si desea probarse como un héroe y alcanzar su destino. Tras seguirlos un buen trecho y distanciarse del resto del grupo, Vlad se encuentra en un pantano neblinoso, y sin saberlo camina a la trampa de una araña de gran tamaño, la cual lo envenena y lo habría tenido de cena, si no hubieran aparecido sus compañeros al rescate.

Leanathar asesina a la araña de un certero flechazo, pero al acercarse se encuentra, no con el cadáver de un arácnido, sino con el cuerpo de un elfo. Nerio, un elfo que, según le fue comunicado, había partido hacia el oeste para investigar a la Sombra al Acecho antes que él, había estado transformado todo este tiempo en una araña monstruosa y sólo la muerte lo libró de su embrujo. Tras inspeccionar su cuerpo, Leanathar encuentra una brújula de plata con una curiosa runa inscripta.

Al volver al pueblo, investigan esta brújula, y Dima la relaciona con un reloj, ya roto, que conservaba él también de la época gloriosa de Vlad. Al repasar las crónicas que conservaba Dima con todas las narraciones y discursos de Vlad, se enteraron de que una persona misteriosa le obsequió tal reloj poco antes de que se perdiera en el bosque, y con él sus memorias.

Leanathar prosiguió la investigación, utilizando su canción de los árboles para hablar con las sedentarias criaturas e inspeccionar sus memorias. Algunos de ellos conservaban memorias de un elfo que pasó hace años por Burivostok, y entre los nombres que pudieron recopilar, estaban Mirgandir y Faratar, quien se hizo pasar por consejero, sabio e inventor, e hizo misteriosos obsequios a varias personas. Sospechan que estos nombres podrían ser alias de Syragon, y que sus regalos podrían haber sido sortilegios culpables de los destinos de Nerio y Vlad. Más preguntas para Regir, en cuanto lo vean.

Finalmente, los héroes orquestan el rescate de los lobos enjaulados, el cual logran engañando a los cazadores de Varja para alejarlos de su guarida. Una vez liberados, los lobos revelan pertenecer a la manada de Gamberro, al norte del Río del Olvido, y uno de los perros de los cazadores se revela como Shékiro, un lobo con la capacidad de hacerse pasar como perro, espía entre los humanos al servicio de Gamberro y del rescate de sus hermanos. Tras forjar una amistad con la manada de Gamberro, los héroes se juntan para discutir los pasos a seguir.

Están en una posición complicada, dado que Vlad resultó gravemente herido por la araña, y si bien sanó en parte, quedaron secuelas que lo acompañarán por meses, y eso, sumado a la llegada del invierno, disuade al grupo de continuar su viaje. En su lugar, deciden tomarse un descanso: Leanathar volverá a Rea a dar informe de su progreso, Vlad se quedará con Dima, sanando, y Espino volverá con su manada para asistir a Kiyaya en el invierno.

Y eso es todo por hoy! Omití, como se podrán imaginar, varios detalles y eventos. Las sesiones de rol suelen ser caóticas y muy cargadas de situaciones, personajes y conflictos, y no todos ellos son necesarios para relatar lo crucial de la campaña. Esta crónica habría quedado, de otro modo, mucho más larga y, tal vez, aún menos cohesiva. En la medida en que haga falta, iré reponiendo detalles omitidos, particularmente porque hace 2 días retomamos la campaña con una excelente 9na sesión, que podría requerir su propia crónica, según conquiste o no a la Voluntad 🙌🙌. ¡Hasta la próxima!

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