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sábado, 13 de junio de 2020

La galleta


Romina se inclinó a buscar el tenedor a ciegas, mientras seguía la receta en su celular, pero se le cayó en el resquicio a oscuras entre la cocina y la mesada. Con pocas ganas y el palo de la escoba, sacó el tenedor de abajo, y con él salió una galleta desgraciada de las que había horneado la semana pasada. Agachada, observó su hallazgo y su mente divagó un poco pensando en los eventos de ese día.
Por curiosidad o nostalgia, tomó la galleta. Un poco de pelusa cayó, otro poco quedó adherido. En los surcos resecos de la masa aparecieron las siguientes palabras:

Haber caído de la bandeja no es la maldición que crees. Mientras mis compañeras tenían una corta y ordenada mutación en mierda, yo caí, acumulé temporalidad, capas de Historia, cedí voluntariamente partes de mí a los seres de los rincones, me engalané de polvo, tierra y pelos, y vencí toda determinación, para lograr...

Romina se frotó los ojos, algo confundida, se acercó al tacho y abrió la tapa con el pie. Pero en ese momento la galleta abandonó toda sutileza, y Habló:

¡Alto! ¿Te piensas que soy menos que mis hermanas quemadas y pasadas de manteca? Mi sabor, adelante, será único entre millones, y una primera anécdota para tu insulsa vida. ¿Quieres conocer el sabor de años de Historia, del galope de ejércitos sobre tierra y sangre, de zapatos lustrosos decidiendo el destino de países? ¿Eres digna de formar parte de Ella?

La tapa del tacho se cerró con un golpe metálico.

4 comentarios:

  1. Me encantó tu relato Joaquín, suelo cocinar muchas galletitas, ya no voy a verlas igual.

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  2. otro hermoso relato, gracias por compartirlo y nos dejás a la espera de más! :)

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  3. Gracias por los comentarios! 😁❤️
    Ayer no podía dormir, así que escribí un tercer microrrelato. Lo publico cerca del miércoles!

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